Pensamientos que revolotean por tu cabeza con miles de ideas. Varias terminan salvándose al quedar anotadas, pero las demás se irán difuminando hasta desaparecer entre los sueños o la simple rutina del día.
Algunas surgen a través de sensaciones o sentimientos, y otras, por medio de pasiones y aficiones.
O simplemente… aparecen así, sin más.
Como por arte de magia, brotan en tu mente cuando miras al cielo, o incluso al techo… O tal vez cuando esa suave brisa primaveral se detiene a acariciar tu rostro, susurrándote algo al oido… Algo que solo tu eres capaz de comprender y desarrollar. Y es entonces, en ese preciso instante, cuando un mundo comienza a desplegarse en tu cabeza por medio de asociaciones y lazos invisibles que, poco a poco, vas uniendo.
Al principio puede parecer desconcertante, pero de pronto, ves que va tomando forma, hasta que por fin, un día, puedes pararte y admirar aquello que has construido con esa idea.
Y aunque no todo el mundo pueda apreciarla, te ha llevado trabajo y esfuerzo.
Es una creación tuya.
Enorgullécete de tu obra.