Hoy nos adentramos entre carritos de comida humeante, olor a perritos calientes y el ruido provocado por la gran congestión de tráfico que asedia Manhattan.
Caminamos por la fabulosa Quinta Avenida hasta cruzarnos con la esquina de la 46 este, en donde distinguimos toldos de color verde y banderas que anuncian el nombre de la cadena de librerías Barnes & Noble.
Al traspasar la puerta de carrusel dorada, el olor del rico café de Starbucks te absorbe queriendo ascender al piso superior por unas estrechas escaleras mecánicas que prometen transportarte a un pequeño paraíso en el que poder evadirte entre historias fantásticas junto con una bebida caliente en la mano.
Y sí, para todo buen turista amante de los libros y el café, esta debería ser una parada obligatoria en el tour que se planee por Nueva York.

No solo encontrareis todo tipo de libros y en diferentes idiomas, sino también merchandising del cuqui, de ese más bonito de lo que podéis imaginar. También hay un espacio dedicado a juguetes Lego, juegos de roll, funko pop, etc.
Otra cosa que adoro, ya no solo de esta cadena americana sino de otras librerías en Estados Unidos es que, en muchos casos, los libros puedes encontrarlos en formato de tapa dura y de tapa blanda. Por supuesto, yo que soy una enamorada del papel, poder disponer de algunos de estos con preciosas cubiertas rígidas me hizo enloquecer acumulando unos cuantos entre mis manos.

Sin duda es un buen lugar para frikear a gusto y pasar el tiempo que queráis.
Encontrareis varios establecimientos Barnes and Noble, aunque del que os hablo en esta entrada, junto con el de Court Street en Brooklyn, son mis favoritos de la ciudad de Nueva York.